Cuando hace frío, una de las actividades más placenteras para nosotros, es un baño o una ducha tras un paseo. Pero con nuestros compañeros peludos no ocurre lo mismo. Por eso se hace más complicado bañar a tu perro cuando hace frío.
Cuando hace frío, una de las actividades más placenteras para nosotros, es un baño o una ducha tras un paseo. Pero con nuestros compañeros peludos no ocurre lo mismo. Por eso se hace más complicado bañar a tu perro cuando hace frío.
Y es que si en verano, el baño se convierte en una actividad placentera, ya que les ayuda a refrescarse de los calores de esa época el año, se convierte en un juego que podemos realizar en el jardín, en el campo o en cualquier lugar lo podamos disfrutar.
Pero en invierno y con el frío, la cosa cambia, y el hecho de salir a la calle, con el frío que hace, o que está lloviendo y entonces no serviría de nada. Además, el agua fría no ayuda a que nuestro compañero le apetezca mucho pasar por esta situación.
Y es que el baño es fundamental para nuestra mascota y para nosotros, ya no solo por los posibles olores que puedan proceder de nuestro compañero, sino porque es fuente de salud, tanto para ellos, como para nosotros.
Por norma general, con el tiempo que tenemos tanto en otoño como en invierno, en casi toda la geografía, las lluvias son más abundantes, por lo que nuestros paseos pueden acabar con un compañero completamente empapado, aparte de nosotros, o cubierto de barro.
Como ya sabes, les encanta jugar y revolcarse por la hierba húmeda, o por el barro, por lo que al llegar a casa, la única opción que nos queda a veces, es darle un buen baño.
Finalmente, te tocará recurrir, sí o sí, a meter a tu compañero en la bañera o el plato de ducha, y ya sabes que no es una situación muy cómoda para ellos, por lo que tocará recurrir a juegos e ingenio para lograr mantener a tu mascota entretenida el tiempo suficiente para darle el baño.
Eso sí, en estos momentos hay que ser bastante cuidadosos y tener ciertos cuidados con algunas partes más delicadas y que pueden suponer que nuestra mascota caiga enferma.
Por eso os vamos a dejar una serie de recomendaciones para que tengáis en cuenta a la hora de encargaros del baño de tu perro cuando hace frío.
Una de las opciones, que nos podemos plantear en estos momentos de frío, y en el que quizás nos cueste más, podemos recurrir a un profesional para que se encargue de realizar esta labor y dejar a nuestro compañero listo y aseado.
A todos nos gusta cuando el baño está calentito cuando nos vamos a dar una ducha. Para ello podremos utilizar algún tipo de aparato para calentarlo, como puede ser un ventilador o un radiador.
Conecta el calefactor aproximadamente media hora antes del baño y deja la puerta cerrada, así la habitación se calentará antes.
Recuerda que cuando vayas a proceder con el baño, debes desenchufar el aparato, ya que es muy probable que salte agua y queremos evitar cualquier tipo de accidente.
Antes de comenzar el baño, organiza todo lo que vas a necesitar para el rato que vais a estar en el baño, con todo lo que vas a necesitar. Cuando llegue el momento del baño no vas a tener tiempo para buscar lo que necesitas, lo normal es que no te dejen.
Los principales elementos que deberías tener a mano son el champú, guantes, esponja toalla, peines, secador de pelo y probablemente varias toallas, fundamentales para que el pelo le quede bien seco.
El agua fría está bien en verano para refrescarse y jugar, pero en invierno no es una buena opción, ya que como nosotros puede resfriarse.
Por eso, debes procurar que el agua esté templada, ojo no os queméis, para que tu compañero pueda disfrutar del baño y de este modo evitar tener que exponerlo al frío y a posibles enfermedades.
Como ya sabes, no hace falta bañar a tu mascota todos los días, ni siquiera todas las semanas, aunque en verano sean un poco más frecuentes para eliminar el calor de esa estación.
Además, cada can tiene su propio olor y el hecho de darle baños con champús muy frecuentemente no le permitirían producir su propio olor, fundamental para comunicarse con otros perros.
Creemos que al lavar más a menudo su pelo se mostrará más lustroso y bonito, pero no es cierto, ya que ellos mismos segregan su propia grasa para que se mantenga cuidado y cumpla su función.
Se recomienda que, en épocas frías, el baño se reduzca a una vez al mes, ya que no le hará falta más tiempo entre baño y baño.
El baño debe ser lo más rápido posible, eliminando la mayor parte de la suciedad de la forma más rápida, no hace falta estar mucho tiempo enjabonando o metido en el agua a nuestro compañero.
Lo más recomendable como ya te hemos comentado antes, es hacerlo en casa, estará en un lugar que ya conoce y podremos tener una temperatura más templada para evitar coger frío.
Pero también existe la opción de visitar un lavadero de animales, de los que seguro hay en tu ciudad. En este caso, el lavado debe ser muy muy rápido, y siempre como última opción, ya que, con el tiempo tan frío, no es aconsejable bañarlo en el exterior.
En el caso de que no te quede otra opción de hacerlo fuera de casa, elige un día que esté soleado, y un sitio donde esté dando el sol, de este modo se podrá aprovechar eso momentos.
Además, si la temperatura no es muy baja, podrás dejarlo que se seque de una forma más natural.
Y en el caso de que no haya sol para que se pueda secar, siempre tendrás la opción de usar el secador de pelo, sobre todo para las partes más húmedas y teniendo cuidado en las partes más sensibles.
Recuerda no ponerlo a una temperatura muy elevada, no queremos que el aire salga a una temperatura muy caliente.
Así que ya sabe, ármate de paciencia, tómatelo como un juego e intenta disfrutar de este pequeño rato con tu compañero.