Todos hemos visto miles de imágenes de animales disfrazados en internet, aprovechando fechas señaladas en el calendario para este propósito. Navidad, Halloween, cumpleaños... son fechas ideales para disfrazar a tu mascota.
Todos hemos visto miles de imágenes de animales disfrazados en internet, aprovechando fechas señaladas en el calendario para este propósito. Navidad, Halloween, cumpleaños... son fechas ideales para disfrazar a tu mascota.
Pero no todos los disfraces son los convenientes para ellos, ni todas las mascotas les gusta que le pongan encima capas de ropa u otros objetos para parecer más graciosos.
Por eso hoy queremos hablaros sobre este tema, y que se acercan fechas en las que solemos tirar de disfraz a la menor ocasión, por lo menos a aquellos que les gusta disfrazarse.
Para comenzar, queremos separar entre disfrazar a un animal y, por otro lado, de vestir a un animal, ya que no supone lo mismo para ellos.
Normalmente los disfraces que utilizamos en nosotros mismos supone el uso de diferentes prendas y algún que otro accesorio, pues bien, con nuestros compañeros es algo parecido.
Por eso, en el caso de que tomemos la decisión de disfrazar a nuestro animal, antes deberemos tener en cuenta ciertos aspectos que algunas personas no tienen en cuenta, ya que, sin quererlo, podemos estar haciendo sufrir al animal sin ninguna necesidad.
Al disfrazar a nuestro compañero creemos estar haciéndolo participe de nuestro círculo familiar, ya que nuestra percepción es esa, pero esto no quiere decir que por el hecho de estar disfrazado, él se sienta incluido en nuestro grupo.
Lógicamente, antes de disfrazar a nuestro compañero, debemos tener en cuenta su comodidad y bienestar. Muchos de ellos se prestarán a realizar esta actividad, a pesar de sentirse incómodos, pero otros muchos no estarán tan dispuestos a ponerse un disfraz de araña, fantasma o cualquier otro personaje.
Por ello, para saber si nuestro amigo se encuentra confortable en esta tesitura, habría que realizar una serie de pruebas con él para que todo sea correcto.
Elegir bien el disfraz es una de las claves para que, además de ir en consonancia con el resto de la familia, nuestro animal se sienta cómodo. Por ello, debemos tener en cuenta que debe poder moverse con total libertad, permitiéndole realizar cualquiera de las actividades que haría sin llevarlo puesto.
Debemos tener cuidado en con los posibles complementos que tenga el disfraz, ya que puede hacer que nuestro compañero quiera morderlo, chuparlo o querer comérselo y puedan atorarse o ser perjudiciales al ser ingeridas.
Si notas que al animal el disfraz le irrita la piel, le produce algún tipo de alergia o los lastima, obviamente, ese disfraz no es para él, intenta buscar otro que se ajuste a lo mejor para ambos.
Por suerte para ellos, estas situaciones suelen ser puntuales, por lo que procura que no estén con el disfraz puesto durante un periodo largo de tiempo. Si además te encuentras en un lugar cerrado, y además con gente que no conoce, se encontrará nervioso y puede llegar a ser una situación de mucho estrés para él.
Si el disfraz va a ser para un periodo corto, como hacer unas cuantas fotos para la familia o redes sociales, intenta hacerle pasar el menor estrés o ansiedad y retira el disfraz lo antes posible.
En caso de que en otras ocasiones ya le hayas intentando poner algún tipo de ropa o complemento, para evitar que pase frío o cualquier circunstancia que te obligara a ello por tema de salud, podrás comprobar su tolerancia a llevar prendas.
Por supuesto sobra decir, que, si el animal no ha permitido que le pusieras ropa de abrigo en invierno, no va permitirte que le pongas un disfraz, así que se coherente y no hagas sufrir a tu compañero.
Si finalmente te has decidido a ponerle un disfraz a tu compañero, siempre puedes tener en cuenta la raza, el color del pelaje, la forma, la talla, y con esto conseguirás adaptar, entre las muchas opciones que tienes, la que te resulte más graciosa, la que más aterrorice o la que más te guste, pero recuerda, siempre sin agobiar a tu compañero, se trata de que la diversión sea para todos.
En el caso de que tu amigo se presta a llevar diferentes complementos, existen multitud de opciones, que pueden ayudarnos a darle el look correspondiente a la festividad a celebrar, sin tener que gastar un dineral y respetando la comodidad de nuestro compañero.
Con un poco de cartón y alguna prenda vieja que ya haya usado anteriormente, puedes hacer multitud de disfraces, de dinosaurio, de
Para ser un poco menos invasivo, si tu compañero lleva normalmente un arnés, con un poco de foam, puedes hacer unas pequeñas alas negras.
Con cartón o cartoncillo, puedes dibujar la forma de una llave de cuerda grande, cubrirlo de papel albal para darle en toque metálico y ponerla encima de su arnés. Así parecerá un muñeco de cuerda.
Si tu amigo tiene el pelaje completamente negro, puedes utilizar algún tipo de spray especial de pintura para el pelo, y dibujarle el esqueleto. Probablemente sea el mejor disfraz sin que tu compañero tenga que sufrir las incomodidades de tener puesta alguna pieza de ropa. ¡Lo complicado será que te deje hacerlo!
También utilizando el arnés como base, puedes poner encima de él un pequeño muñeco, no muy pesado, que parezca un jockey, así parecerá una mascota de carreras.
Con un par de viejos cojines y unas fundas, puedes utilizarlas, poniendo una a cada lado y así tendrás un estupendo perrito caliente. Todo un clásico que siempre sacará una sonrisa a todo aquel que lo vea.
Y por supuesto, puedes recurrir a los clásicos, o puedes gastarte algo más de dinero y comprarle un disfraz. Existen tiendas especializadas en la confección de ropa y complementos para nuestros compañeros, que ya se encargan de asegurarse de que el animal va a estar cómodo y estupendo para estas fiestas.