Si tienes un perro, te sentirás muy identificado con este artículo, pero si no lo tienes podrán entrarte unas ganas locas de tener uno.
Si tienes un perro, te sentirás muy identificado con este artículo, pero si no lo tienes podrán entrarte unas ganas locas de tener uno. Por muchos motivos, pero en concreto, porque son medicina para el alma.
Fue a partir de 1962 cuando el psicólogo Boris Levison probó la terapia asistida con animales en sus sesiones. Podrás descubrir muchas de las experiencias de todos sus tratamientos con su perro en su libro «Psicoterapia Infantil Asistida Por Animales». La problemática principal que trataba con sus pacientes era perder el miedos e inhibiciones, e incluso también a presos, sobre todo aquellos que son incapaces de adaptarse a las actividades que se desarrollan en la residencia penitenciaria. Los perros se convierten en su nueva responsabilidad. Son animales vulnerables al ser humano, porque de ellos depende que coman, que jueguen, que salgan a pasear para hacer sus necesidades, y luego se sienten en deuda con su dueño ofreciendo muestras de cariño en forma de lametazos, juegos y mucho amor.
Hay una película española "Diecisiete" que refleja este caso en concreto, en el que hay un preso que se siente (y valga la redundancia) preso de sí mismo, sin poder ni querer socializar con el resto de sus compañeros. Entró en un programa de terapia asistida con perros, la cual al principio se negaba en rotundo, hasta que uno de ellos comenzó a tener un vinculo especial con él. Se convirtió en su familia. Fue un proceso de trasformación voraz y eficaz. Los perros te hacen mejor persona, más sociable (por casi ley, cuando bajas al parque con tu mascota o te encuentras por la calle con personas (con o sin perros) se acercan para saludarlo y por ende, entablan conversación con el dueño. Esto, para personas con problemas de socialización es esperanzador y, sobre todo, reparador.
Está más que demostrado que los tratamientos con perros traen muchos beneficios y grandes resultados para trastornos psicológicos de personas con depresión, ansiedad, apatía, en procesos de duelo y otros tipos de trastornos de la personalidad y del estado de ánimo.
Antes de continuar, ¿qué es la oxitocina? Cito textual “una hormona que ejerce funciones como neuromodulador en el sistema nervioso central modulando comportamientos sociales, sentimentales, patrones sexuales y la conducta parental. En el cerebro parece estar involucrada en el reconocimiento y establecimiento de relaciones sociales y podría estar involucrada en la formación de relaciones de confianza y generosidad entre personas. Ejemplo de ello es que investigaciones han descubierto que la ausencia de la hormona oxitocina podría desempeñar un papel relevante en la aparición del autisto. También se piensa que su función está asociada con el contacto y el orgasmo”
Un estudio de Psychology Today demostró que la interacción amistosa entre humanos y perros libera oxitocina tanto en los humanos como en los propios perros. Los niveles de oxcitocinan aumentaban después de 10 minutos de contacto directo con el perro. Tienen una correlación parecida a los altos niveles de oxitocina, que ocurren naturalmente durante la lactancia, estaban relacionados con el aumento de la sensación de calma y el deseo de la madre de establecer una conexión social, mismos resultados que obtiene el contacto que puedes tener con tu perro y su vinculación emocional. Por tanto, la oxcitocina, que se produce en todos los mamíferos, podría estar proporcionando una base biológica entre el vínculo perro-humano.
Pero ya no solo con esto, el mero contacto visual entre el perro y su dueño puede llegar a producir un aumento de oxcitocina en los humanos, así como cuando llegas a casa y saludas a tu perro después de llegar del trabajo, bajan automáticamente los niveles de estrés.
No existe ninguna pastilla milagrosa ni ningún tratamiento específico que te meta oxitocina en sangre para curar, entre otras, las fobias sociales y derribar también el estrés matutino o por traumas de algún tipo. Por lo tanto, demostrado está que la mejor medicina para curar el alma, como hemos empezado al principio de este artículo, es la de tener un ser especial de cuatro patas, que te inyecte oxitocina a borbotones, cada mañana al despertar, después de llegar de tu trabajo y en cualquier momento que necesites a tu fiel amigo, siempre estará para ofrecerte alegría, juego, sonrisas, desestrés, calma y paz a tu vida.
Asi que, nos encanta demostrar que las mascotas pueden darnos ese alivio de oxitocina de manera segura, fácil, económica e inmediata. Es una gran y buena medicina para tomar con generosidad, toda la dosis que necesites cada día. Y menos mal que nuestras mascotas no estaban esperando a que llegara la ciencia antes de recetarnos la medicina para el alma.
¡Gracias hocicos, sois seres maravillosos!