Chequeos perrunos y cuidados preventivos

A pesar de la errónea creencia popular, el pelaje de nuestros compañeros peludos no es suficiente para protegerlos de los elementos. El hecho es que, al igual que las personas, los perros tienen diferentes grados de tolerancia respecto a las temperaturas extremas. Tanto es así que incluso las razas más resistentes son susceptibles a la hipotermia y congelación. 

Los expertos advierten que al enfrentarnos a un caso de hipotermia provocado por bajas temperaturas, las funciones normales del sistema nervioso central, así como la capacidad circulatoria sanguínea de la mascota y su respiración se ven afectadas de forma negativa y, recordemos, si nuestra mascota no consigue hacer circular la sangre a las extremidades puede acabar sufriendo congelación pudiendo llegar a perder extremidades o incluso fallecer (además de sufrir un agudo dolor).  Afortunadamente, la hipotermia y la congelación pueden ser fáciles de evitar tomando algunas sencillas precauciones:

Por supuesto, siempre puede comentar el asunto con su veterinario de confianza, ya que, al fin y al cabo, es quien mejor conoce médicamente a su mascota. Algunas afecciones médicas empeorarán cuando se enfríe, y una de las principales es la artritis. La artritis puede empeorar en los meses más fríos debido a que el efecto directo del frío puede causar mayor rigidez en las extremidades y porque las bajas temperaturas conllevan, con frecuencia, calles y aceras heladas y resbaladizas. Antes de que llegue el invierno, nuestro perrito debe someterse a un chequeo veterinario quien nos dará consejos para que los problemas no empeoren cuando la temperatura baje. Esta visita es también el mejor momento para preguntarle al veterinario sobre el cuidado de la mascota durante invierno.

Aprende a conocer la tolerancia al frío de tu perro

A pesar de que todos los perros están en riesgo durante temperaturas extremadamente bajas, algunos están mejor preparados para gestionarlo que otros. Un perro esquimal (así como de otras razas de climas fríos), sin duda, estará más cómodo que un galgo italiano paseando en exteriores en invierno. Algunos grupos de canes, tales como los más mayores o más jóvenes, así como los mojados o de pelaje más fino, tienen un mayor riesgo de contraer hipotermia y / o congelación durante los meses más fríos del año.

Paseos más cortos con nuestras mascotas

El invierno es una época estupenda para fomentar el vínculo que tienes con tu mascota; a buen seguro estas querrán pasar más tiempo dentro de casa, donde hace calor. Los paseos más cortos y frecuentes son preferibles a los más largos durante esta época del año. Después de cada paseo, debemos dedicar unos instantes a retirar la nieve y el hielo de entre los dedos de las patitas de nuestra mascota. Tener una toalla a mano, en la entrada de casa, puede ayudar a secar y calentar a nuestro perrito rápidamente, y además, así mantendremos la casa limpia de huellas húmedas. Esto no quiere decir que debamos dejar de ejercitar a los perros cuando hace frío, al fin y al cabo sufrirán un exceso de energía si no la queman. Algunas ciudades disponen de guarderías o zonas de paseo cubiertas y abrigadas. Sea como sea, siempre se puede compensar ligeramente este déficit de ejercicio empleando un poquito más de tiempo en jugar con nuestra mascota en casa: A la mayoría de los perros les encanta simplemente perseguir un peluche por el pasillo.

Cuidado con los envenenamientos

Durante el invierno, los humanos acostumbramos a llenar, sin darnos cuenta, el entorno de potenciales venenos para las mascotas: El anticongelante es un veneno común presente en el clima frío pero no el único: la sal que se echa en carreteras y aceras, así como venenos para roedores, están más presentes durante estos meses de frío intenso. Si tienes que utilizar este tipo de productos y tienes mascota en casa, debes saber que hay productos de deshielo aptos para mascotas que puedes utilizar en escaleras, pasillos y entradas. Piensa, por otra parte que, aunque tú no utilices ninguno de estos productos, es fácil que tu mascota los encuentre si se encuentra sin supervisión.

Es muy habitual que los perros se laman las patas después de un paseo. Como te comentábamos antes, cada vez que vuelvas con tu perro a casa, debes secarle bien las patas. Esto, sin duda, resultará reconfortante para la mascota y además eliminarás posibles rastros  químicos peligrosos presentes entre sus dedos. Este momento también sirve para echar un vistazo a sus patas en busca de lesiones: grietas, cortes o rasguños. Este tipo de lesiones pueden provocar dolor y cojera. 

Lleva al perro con correa

Siempre es obligatorio el uso de correas en las grandes urbes (aunque, por suerte hay cada vez más espacios para que nuestros peludos amigos puedan correr libremente). Sin embargo, no son pocos los dueños de mascotas que aprovechan para salir al campo y dejarlas así correr sin correa durante un rato. Los perros dependen, en gran medida, de su olfato para orientarse y saber dónde están por lo que pueden perderse fácilmente durante una fuerte nevada. Además, el suelo cubierto de nieve puede transformar el entorno haciendo que sea menos familiar para nuestra mascota, provocando que se pierda. Mantener el perro sujeto mediante una correa en todo momento evitará que se pierda y, por supuesto, también puede comentar con su veterinario la posibilidad de implantar un microchip localizador al perro si acostumbra a correr suelto por terrenos muy grandes.

Ropa para abrigar a la mascota

Para los perros, sobre todo los más pequeños en particular, los jerséis no son un chiste, en realidad son muy importantes durante los meses más fríos del año. Los perros pequeños tienen una proporción de piel más grande en comparación con su peso corporal y se benefician enormemente de suéteres abrigados, así como de botines y bufandas.

No dejes al perro dentro del coche aparcado

Un automóvil aparcado amplifica rápidamente los efectos del clima extremo por lo que durante el invierno se convierten en auténticas neveras mientras que durante el verano se convierten en hornos pudiendo resultar mortales para nuestros compañeros.

Corte el pelaje con cuidado

Es importante afinar cuando arreglemos el pelaje de nuestras mascotas, sobre todo en lo referente a cortes en invierno.

Cortar demasiado pelo significará que tiene menos pelaje para mantenerlo caliente y dejarlo crecer demasiado hará que el cepillado sea más difícil, dando lugar a pelo enredado. Por supuesto, cada raza de perro tiene unas necesidades distintas por lo que lo ideal es consultar con el veterinario la frecuencia y tipo de mantenimiento que requiere el pelo de la mascota.

Proporciona lugares de descanso para tu perro

Nuestra mascota debería tener lugares cómodos en los que descansar, siempre en las zonas más cálidas y frías de la casa. Esto le permitirá cambiar de lugar por la noche si se siente incómodo.

Los perros siempre deben tener acceso a agua, incluso en exteriores. Nunca utilices un plato metálico para dar de comer o beber a tu mascota en el exterior ya que su lengua podría pegarse al mismo. En el mercado existen también platos que mantienen el agua templada (normalmente se usa para gatos salvajes) para que el perro no tenga que beber agua demasiado fría o tener que lidiar con superficies congeladas.

Los perros también necesitan comer más durante el invierno porque se simplemente necesitan más energía para mantenerse calientes; sin embargo, no cometas el error de alimentarte demasiado. La obesidad conlleva otros graves problemas de salud.